Problemas del piercing en la boca y sus consecuencias

Un piercing en la boca, aunque es una forma popular de expresión personal y, en general las perforaciones llevan utilizándose prácticamente desde el tiempo de las cavernas, conlleva riesgos que no deben ser ignorados. Antes de lanzarte a colocar un elemento de este tipo en tu boca, es crucial considerar tanto el tipo de material como la ubicación del piercing. Los materiales más seguros incluyen el titanio y el acero quirúrgico, que minimizan el riesgo de reacciones alérgicas y aceleran el proceso de cicatrización.

Los problemas más comunes asociados con los piercings bucales incluyen infecciones y alargamientos del tiempo de curación, debido a la rica presencia de bacterias en la cavidad oral. Además, un piercing en la lengua puede provocar dificultades para hablar y masticar, especialmente durante los primeros días después de su colocación.

Problemas de los piercings en la lengua

Los piercings en la lengua, particularmente en la punta, son altamente susceptibles a infecciones. La lengua es un músculo que está constantemente en movimiento, lo que complica la cicatrización y aumenta el riesgo de inflamación. Es común experimentar una hinchazón significativa que puede dificultar la respiración y la ingesta de alimentos. Para mitigar estos problemas, que pueden aparecer inmediatamente o a los días, es muy importante seguir rigurosamente las indicaciones de cuidado después de la perforación que han debido ser proporcionadas por un profesional. Esto incluye también el uso de enjuagues antibacterianos.

Consecuencias del piercing en la boca durante su colocación y los primero días de uso

Los riesgos del piercing en la lengua comienzan con la perforación. Durante la colocación de un piercing en la boca, el riesgo de sangrado es alto debido a la densidad de vasos sanguíneos en la lengua y los labios.

En segundo lugar, las infecciones suponen una preocupación seria en los días siguientes a la perforación, ya que cualquier bacteria presente puede infiltrarse en la herida abierta que apenas comienza a cicatrizar.

Otra de las consecuencias más graves del piercing en la boca es la posible transmisión de enfermedades. En un alto número de casos se dan por el déficit de condiciones higiénicas mínimas del lugar donde se realiza el piercing (instrumental no esterilizado, o mismo material para dos personas con una escasa limpieza). Esto hace posible que puedan aparecer factores de transmisión de hepatitis (B, C, D y G) según el National Institute of Health (Instituto Nacional de Salud).

En definitiva, para evitar la mayoría de las complicaciones que se pueden derivar es imprescindible la observación cuidadosa de la higiene bucal y el seguimiento de las recomendaciones del especialista. Se deben evitar alimentos demasiado calientes, picante o ácidos que puedan irritar la zona afectada.

piercing en la boca

Problemas y consecuencias de los piercings en la boca a lo largo del tiempo

A largo plazo, los piercings en la boca pueden provocar daños constantes en las encías y los dientes. El roce constante del metal con las encías puede causar retracción gingival, exponiendo las raíces de los dientes y aumentando el riesgo de caries y enfermedad periodontal. Es muy importante una evaluación periódica por parte de un dentista para controlar cualquier cambio adverso y tomar medidas preventivas o correctivas. La acumulación de placa alrededor del piercing también puede llevar a un mal aliento crónico y a una disminución general de la salud bucodental.

Más específicamente los problemas y consecuencias pueden ser:

  • Lesiones en las encías. En el caso de estar en el labio, su rozamiento con las encías, puede acabar desgastándolas, produciendo heridas o llagas y retracciones gingivales que acaben provocando la pérdida de hueso y/o algún diente, de forma similar a lo que sucede con una periodontitis grave. Así mismo, la retracción de las encías deja al descubierto gran parte del diente y dejar abierta la puerta de entrada perfecta para las infecciones.
  • Interferir con la función bucodental normal. Los piercings en la boca estimulan la producción de saliva, pudiendo llegar a ser excesiva y empeorar la pronunciación de ciertas palabras así como causar problemas de masticación y deglución de alimentos.
  • Interferir con la salud bucodental normal. Los piercing de este tipo, retienen comida y entorpecen la limpieza bucal, con lo que incentivan una actividad bacteriana que puede convertirse en mal aliento, sangrado de encías, inflamación e infecciones. Además dichas bacterias estarán en contacto con los alimentos que ingerimos, pasando al sistema digestivo y al resto del organismo.
  • Alergias. Los materiales y el tamaño de los que están formados los piercings pueden provocar alergias de contacto, como la dermatitis, úlceras e incluso deformaciones en la lengua
  • Aspiraciones. Se corre el riesgo de, como con cualquier objeto extraño presente en la cavidad oral, tragarlo involuntariamente.
  • Daños en los dientes. Son frecuentes las lesiones y traumatismos. El contacto con el piercing provoca abrasiones dentales y fracturas de piezas a menudo. Tienen especial riesgo, las dentaduras con restauraciones.
  • Cáncer oral. Con la colocación de un piercing en la boca aumentamos el riesgo de padecer esta enfermedad.
  • Endocarditis. Los piercings en la boca son un riesgo potencial para la endocarditis bacteriana (una inflamación grave de las válvulas o tejidos del corazón). La colocación de un piercing oral es una oportunidad para que las bacterias orales entren en la circulación sanguínea y dirigirse al corazón.

 

Enrique Escámez

Soy el doctor Enrique Escámez, Licenciado en Odontología por la Universidad Alfonso X el Sabio y especialista en odontología conservadora y endodoncia. Me gusta estudiar cada caso de manera personalizada ayudándome de la tecnología más avanzada para poder ofrecer el diagnóstico más preciso y un óptimo resultado. Mi principal misión consiste en restaurar la salud en la estructura dental.

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