Cuando hablamos del flúor dental, a todos nos vienen a la cabeza los anuncios televisivos hablando de los beneficios del flúor, ensalzando las cualidades increíbles de una pasta dentífrica o enjuague bucal «enriquecido con flúor».
¿Qué beneficios tiene el flúor dental?
Como bien rezaban esos anuncios, el flúor dental puede ser muy beneficioso para nuestras piezas dentales ya que consigue repeler las bacterias y con su aplicación se logra minimizar, la aparición de caries. Ayuda a resguardar el esmalte de los dientes, que es la barrera protectora que estos tienen frente a los ataques de la placa bacteriana. Esta placa ataca a las piezas dentales bacteriológicamente y provoca que se comience a perder el esmalte. La consecuencia es una mayor sensibilidad dental, que acostumbra a concluir en molestias y posteriormente en la aparición de caries.
Administrado sobre los dientes, los derivados del flúor efectúan una reacción con el calcio de los dientes, para formar una substancia llamada fluoruro de calcio. Este compuesto, reacciona a continuación con la hidroxiapatita y con esto se termina por fortalecer el esmalte.
Gracias al flúor bucal, el diente logra remineralizarse de una forma más veloz y fácil, favoreciendo de esta manera su durabilidad y su permanencia en nuestra boca, transformándose, por ende, en un diente considerablemente más fuerte.
Sin embargo, ello no quiere decir que debamos de usar estos productos sin criterio, sino que siempre se debe consumir el flúor dental en pequeñas cantidades y a través de los productos habituales de nuestra higiene bucodental, como la pasta dentífrica, geles y por supuesto el colutorio dental.
¿De dónde viene la pasión por el flúor?
Ya en la década de los treinta, se probó que quien tomaba agua naturalmente fluorada, presentaba menor número de caries. Así, se ha recomendado el uso de flúor en los depósitos de agua.
Las investigaciones remarcan que es un componente que actúa contra la caries porque robustece el esmalte. Además, ciertos estudios afirman que una aplicación recurrente de flúor en la etapa de desarrollo de los dientes, reduce el riesgo de enfermedades dentarias desde edades tempranas, como en el caso de las caries.
El dentista conoce la dosis conveniente para un adulto o bien un niño, teniendo presente las necesidades de cada persona conforme a su peligro de caries bucal.
Está probado que la ingestión de determinada cantidad de flúor, en especial cuando tiene un carácter progresivo desde la niñez, proporciona una protección notable tanto a los dientes infantiles como a los terminantes, contra las caries, sin ejercer la menor repercusión dañina sobre el aspecto de los dientes ni sobre el periodonto.
El flúor en nuestra vida
El flúor es un elemento que podemos encontrar en la naturaleza, en algunos alimentos y en el agua.
La experiencia adquirida señala que el mejor procedimiento para asegurar un consumo conveniente de flúor es la fluoración del agua bebible, como medida de protección de toda la población. El agua bebible fluorada es el mejor modo para garantizar la fluoración de los dientes, en tanto que ningún otro asegura un aporte de fluoruro permanente.
En resumen, los primordiales beneficios del flúor para nuestros dientes son: resguardar el esmalte bucal y remineralizar el diente de forma más veloz para que sea más fuerte.
Enrique Escámez
Soy el doctor Enrique Escámez, Licenciado en Odontología por la Universidad Alfonso X el Sabio y especialista en odontología conservadora y endodoncia. Me gusta estudiar cada caso de manera personalizada ayudándome de la tecnología más avanzada para poder ofrecer el diagnóstico más preciso y un óptimo resultado. Mi principal misión consiste en restaurar la salud en la estructura dental.